💌 Conexión viajera #14

Voler al frío y volver a casa.

Volar de día nunca fue mi plan preferido. Siempre siento que es un día perdido en mi vida, que no tiene ningún sentido perder horas del día encerrada en un avión y que podría estar haciendo algo productivo.

Pero esta vez me lo tomé diferente. Leí un montón (arranqué Fuimos canciones de mi amada Elisabet y casi que lo terminé…), en modo offline trabajé en temas administrativos que tenía pendientes y evité dormir para evitar el jet lag porque, no sé si es la edad o qué, pero últimamente lo estoy empezando a sufrir 😅

A los que siguieron el viaje a Costa Rica no debo decirles mucho…mi cara de felicidad en días eternos de mar lo dijeron todo. QUÉ LUGAR!

Como les dije en el post del miércoles, hay un Costa Rica para cada uno y realmente es un destino que recomiendo a todos los que tengan alma aventurera porque es infinito, enamora y regala tanto contacto con la naturaleza que es imposible no querer volver.

Volver a Costa Rica después de casi 10 años me hizo reflexionar sobre el tipo de viajera que soy, el tipo de huella que dejo cuando paso por un lugar y qué tipo de destinos elijo visitar.

Esto no es algo nuevo, es mi modo de vivir los viajes desde ya hace mucho tiempo y gran parte del motivo por el cuál fundé Viajando Vivamos. El poder transmitir que no es lo mismo ser turista que ser viajero, que todos dejamos una huella y que la empatía es algo que se multiplica en cada viaje que hacemos dentro nuestro si la dejamos crecer.

Hoy les traigo algunas reflexiones en cuanto a esto porque, aunque no soy una experta, creo haber aprendido algunas cositas en el camino que quiero compartir.

Ah bueno, también hay un poco de frivolidades como la nueva app que estoy usando para organizar mi vida, pues no se crean que solo pienso en cosas trascendentales…y sé que hay mucho freelance y emprendedor del otro lado que puede beneficiarse de esto 😎

Así que, vamos 🚀

¿Por que no nos quieren? 🌎

En las últimas semanas se dieron a conocer en redes los escraches que sufrieron turistas en Barcelona, atacados con gritos, pistolas de agua y carteles que leían, entre otras cosas, la famosa frase tourists go home.

Lejos de estar a favor de los agravios y de las formas, creo que es bueno reflexionar sobre el motivo por el cuál estos movimientos siguen surgiendo alrededor del mundo.

En mi opinión, el crecimiento del turismo se debe al nuevo modelo de vida que explotó post pandemia y del cual considero ser parte: podemos vivir y trabajar desde donde tengamos ganas. Si, porque no hace falta ya tener una ciudadania.

Cientos de paises ofrecen visas para nómades digitales y trabajadores remotos, en todas partes del mundo. ¿Y esto es malo? En mi opinión no.

Lo que sí creo que es malo, es no ser concientes de que nosotros somos los visitantes y de que las culturas, los tiempos y las tradiciones locales debieran respetarse y priorizarse.

¿Mi mayor miedo? Que todos los lugares pierdan su identidad. Que dé lo mismo estar en Bali que en Miami, que Costa Rica se convierta finalmente en California y que no podamos reconocer las diferencias gastronómicas entre los distintos países europeos.

Y ahí es donde entra el gran tema en cuestión. ¿Se regula o no se regula? Los precios aumentan (oferta demanda…), los alquileres escasean pues todo va para AirBnb (porque obviamente rinde más…), el supermercado aumenta…

y los locales sufren. Pero también se crean muchos puestos de trabajo gracias al turismo, al crecimiento del lugar, a la exposición.

Un tema, a mi entender, complejo.

No tengo una respuesta a esto ni una postura 100% definida pero sí tengo una postura en cuanto a cómo elijo yo actuar cuando viajo después de ver el impacto negativo que tiene el turismo en muchos lugares:

• Intento consumir local. Siempre que puedo, elijo comer en lugares chicos, priorizando los lugares familiares y locales.
  

• Consumo lo que es justo. Si me siento con mi computadora a trabajar 4 horas en un café, consumo acorde al tiempo que paso en el lugar. Esto aplica para el café de tu barrio…sino, alquilemos una oficina o trabajemos en casa.
  

• No comparto todo. Lamento desilusionarlos pero, hay cosas que no muestro en redes 🤪
  
  En muchos destinos me han recomendado playas, spots secretos y lugares que solo nosotros visitamos por recomendación de los locales y eso, señores, lo cuido.
  
  Cuando me dicen que acá vamos solo los locales y llego y, efectivamente no hay un turista, intento no mostrarlo. Ya alguien se encargará de robarles ese pedacito sagrado que les queda sin descubrir, pero prefiero no ser yo.
  

• No me dejo llevar por cómo se hacen las cosas ahí. Cuando visité Tailandia me sorprendió la CANTIDAD de basura que había en muchas playas pero, lo que más me sorprendió, fue ver cómo los hoteles y gente local tiraba todo en la arena. No había casi tachos de basura, nadie se llevaba sus cosas.

  
  Y, aunque teníamos que cargar con una bolsita todo el día, no nos dejamos llevar por el status quo. Todos tenemos algo que aprender de todos y nuestro granito de arena como viajeros fue ese.

Ok - no es que les haya enumerado todo esto porque considero ser la viajera perfecta. Es que, simplemente, creo que todos podemos aprender de buenos hábitos y, como dijo mi gran amiga canaria ayer: si podemos entender que nuestro paso deja una huella, ya estamos siendo parte del cambio.

— Me encantaría saber qué opinan de esto. Si se copan, me mandan por DM cuál es su opinión respecto de estos temas 🥰

Cuidar los hábitos ⚡️

Algo que me costó mucho este último tiempo desde que dejé mi trabajo en relación de dependencia fue volver a organizarme en la semana, con las tareas, los hábitos, las cosas por hacer.

Tener todo el tiempo del mundo me jugó una mala pasada y todas las herramientas de organización y productividad que adquirí en mi vida derepente desaperecieron de mi vista.